Operación Cóndor


operación cóndor



Operación Cóndor o plan cóndor  es el nombre con que se conoce el plan de coordinación de operaciones entre las cúpulas de los regímenes dictatoriales del Cono Sur de América, es el nombre secreto de la fuerza multinacional en la que intervinieron los servicios de inteligencia de países sudamericanos Argentina, Chile, Uruguay, Brasil, Paraguay, Bolivia y hasta cierto punto Perú con la CIA de los EE. UU. llevada a cabo en las décadas de 1970 y 1980. , que tuvo como objetivo el intercambio de información acerca de personas “subversivas” residentes en dichos países, así como la cooperación para perseguirlas a través de las fronteras nacionales. La Operación Cóndor permitió a las fuerzas armadas y paramilitares de los países del Cono Sur desplazarse libremente en el territorio de otros para secuestrar, desaparecer o asesinar a los ciudadanos considerados sediciosos.
 El Plan Cóndor se constituyó en una organización clandestina internacional para la práctica del terrorismo de Estado que instrumentó el asesinato y desaparición de decenas de miles de opositores a las mencionadas dictaduras, la mayoría de ellos pertenecientes a movimientos de la izquierda política.
El Plan Cóndor fue establecido el 25 de noviembre de 1975 en una reunión realizada en Santiago de Chile entre Manuel Contreras, el jefe de la DINA (policía secreta chilena), y los líderes de los servicios de inteligencia militar de Argentina (gobernada por Isabel Martínez de Perón), Bolivia, Paraguay y Uruguay (estos últimos con gobiernos militares).
A partir de 1976, la DINA chilena y su par argentino, la SIDE, fueron la vanguardia del Plan Cóndor. Los "vuelos de la muerte" también fueron ampliamente utilizados durante la Guerra de Independencia de Argelia (1954-1962) por las fuerzas francesas, a fin de que los cadáveres, y por lo tanto las pruebas, desaparecieran. También existieron muchos casos de robo de bebés en la dictadura cívico-militar argentina.
Chile, la base
La Operación Cóndor tuvo su base en Chile. El general chileno Manuel Contreras, jefe de la DINA (Dirección de Inteligencia Nacional), concibió y organizó esta operación, cuya tarea principal fue la recolección, el intercambio y el almacenamiento de datos de inteligencia relacionados con los activistas de izquierda, comunistas y marxistas, con el fin de eliminarlos. Se sabe que Contreras viajó hacia Argentina, Bolivia, Paraguay, Venezuela y Estados Unidos para exponer su proyecto represivo transnacional y conseguir el apoyo de los jefes de los servicios secretos de estos países para coordinar la eliminación del comunismo y “defender a la sociedad occidental y cristiana”.
Los archivos del terror
El 22 de diciembre de 1992 el juez José Agustín Fernández descubrió el archivo secreto de la inteligencia represiva paraguaya, en una oficina de la "Sección Política y Afines" de la Policía de Investigaciones de Asunción, mientras investigaba el caso de Martín Almada, un profesor que había sido detenido y torturado en Asunción. Así se descubrieron los que han sido calificados como "archivos del terror", documentos relacionados a casos de detenidos y desaparecidos paraguayos que el gobierno siempre había negado tener bajo su poder. Este archivo de los servicios de seguridad de Paraguay, incluye también numerosos documentos relacionados a la "Operación Cóndor".
En los “archivos del terror” se encontró correspondencia de la policía de la región, registros y hojas de entrega de detenidos, fichas, fotografías y pasaportes de activistas de izquierda argentinos, chilenos, paraguayos y brasileños; planes de eliminación de sospechosos, reportes de desplazamientos de subversivos por el cono sur, análisis de las actividades de las Organizaciones No Gubernamentales de Desarrollo
El rol de EE.UU.
Se alcanzó tanta eficiencia en la represión a los disidentes políticos en Sudamérica que funcionarios del Departamento de Estado norteamericano reconocieron que "Los servicios de inteligencia del cono sur se han reunido y tienen un programa claro de ayuda mutua. En América Latina el sistema funciona casi a la perfección". Documentos recientemente desclasificados demuestran que oficiales militares y de inteligencia de los Estados Unidos consideraron la Operación Cóndor como una organización 'contraterrorista' legítima.
 Se propone que la base norteamericana del canal de Panamá, que también albergó la Escuela de las Américas del ejército norteamericano, fue el centro de planificación y operaciones contrainsurgentes hemisféricas durante los años '70. Las evidencias iluminan la profundidad de la complicidad de los Estados Unidos en la represión en América Latina, como parte de la Guerra Fría. De este modo, Estados Unidos optó por la conveniencia política y mantuvo sus vínculos con esos regímenes que se proclamaban anticomunistas.
Fuentes:


No hay comentarios:

Publicar un comentario